Después de que los controladores aéreos y AENA hubieran reanudado esta semana las negociaciones sobre el conflicto que les enfrenta estos últimos mas de 5 meses y después de que el pasado martes el sindicato que les representa decidiera no hacer huelga en este mes de agosto, hoy se ha llegado a un principio de acuerdo está ultimado sobre los 12 puntos reivindicativos presentados por el sindicato de controladores, y al que condicionaban la convocatoria o no de una huelga. Este acuerdo sentaría las bases para negociar el futuro segundo convenio del colectivo y tendrá que ser ratificado en asamblea por los controladores.
El sindicato es optimista ante la firma del acuerdo definitivo que plantean reducir las 1.670 horas (más 80 horas extra) de su jornada actual a 1.350 a partir de 2013 y que como se ve hace hincapié en la jornada laboral y en su convergencia con Europa, así como en la conciliación laboral-familiar.
Estos últimos once días de tira y afloja con la amenaza de huelga pendiendo sobre la decisión de los viajeros y sobre las reservas de vuelos y hoteles, no pueden ocultar que el ministro de Fomento, José Blanco ha sabido mantenerse firme desde el principio para acabar con los privilegios obtenidos por un colectivo minoritario que desde 1999, y gracias al Partido Popular en el poder, con el que pacto una jornada laboral de solo 1.200 horas anuales, insuficiente a todas luces para cubrir las necesidades del tráfico, lo que obligó a recurrir a horas extras pagadas a precio de oro, por la importancia de su misión en el contexto del transporte aéreo nacional e internacional.
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