El presidente de la Diputación provincial de Zaragoza, Javier Lambán, inaugurará mañana el Centro de Interpretación Navarra y Aragón. Reinos de Frontera, alojado en el Torreón medieval de Navardún, que ha sido restaurado y musealizado por la institución provincial.
La Diputación Provincial de Zaragoza adquirió en 1981 el torreón medieval del municipio de las altas Cinco Villas. El torreón amenazaba ruina y hubiera sido demolido, dado el peligro de que se hundiera y cayera sobre la carretera y el caserío del pueblo. A partir de su compra, la institución comienza su laboriosa restauración. En 1999, se realizan obras de consolidación y protección de cimientos. En 2001, se realizó un levantamiento topográfico y trabajos arqueológicos concretos. De 2002 a 2005, se efectuó la consolidación estructural, las plantas, la cubierta plana y la bodega del torreón. Se actuó en las fachadas exteriores e interiores y se dotó de las instalaciones necesarias. Esta fase se solapó con la arqueología en altura. En 2008, se acometió la excavación arqueológica del exterior y el proyecto de musealización. En 2010, se equipó para la realización del centro de interpretación Navarra y Aragón, reinos de frontera y se procedió al acondicionamiento provisional de accesos y su iluminación exterior.
A lo largo de la historia, Navardún ha desempeñado un papel protagonista en las relaciones navarro-aragonesas.
Existen lugares que conservan el encanto de la historia y nos envuelven con las sensaciones y vivencias de los tiempos más remotos. El Torreón de Navardún, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), es un escenario único que permite iniciar un viaje al pasado pleno de rigor, impacto y contenido.
Entre otras partes constructivas, consta de muralla, torre del homenaje (parte destacada del recinto, con cuatro plantas), ventanas, saeteras y mirador con almenas.
Laboratores, Oratores y Bellatores conforman la estructura social de una època marcada por la rígida división en estratos, el feudalismo y la relación de vasallaje. Los que trabajan, los que rezan y los que combaten constituían la sociedad de la Alta Edad Media, que comprendía una amplia base de siervos, con función económica y demográfica; el clero, hombres de oración y guardianes de la cultura, y, en la cima, la nobleza, que ejecutaba la justicia y defendía la tierra.
El Torreón de Navardún supone para el visitante un paseo por la vida cotidiana e íntima en la que se insertan los grandes acontecimientos de la época.
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