La democracia tenía una cuenta pendiente con las víctimas del terrorismo, que se ha intentado saldar en los últimos años. Pero este fin de semana no se ha comenzado a producir la auténtica reparación. Con dos actos: con el registro, el viernes, en el Congreso de una proposición de ley suscrita por todos los grupos de reconocimiento y protección integral de las víctimas del terrorismo, y con el homenaje celebrado ayer en la Cámara baja. La ley de protección incluye un aumento cualitativo y cuantitativo de las ayudas, prestaciones y honores a los que tienen derecho las víctimas del terrorismo, reconoce por primera vez la figura de los amenazados y prohíbe actuaciones ante las que se había hecho la vista gorda como dedicar calles o placas a terroristas. En la primera celebración, ayer, tanto Juan Carlos como Bono llamaron a mantener la unidad contra el terrorismo. Como ya es habitual, el único que no respeta esa unidad es Mayor Oreja, que acusó al Gobierno de "intentar contener con indemnizaciones y modificaciones de la ley" a unas víctimas según él descontentas porque hay un "diálogo y un acuerdo inicial con ETA". Una interpretación lamentable.
Fuente.: Editorial del El Periodico de Aragón.
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